Por: José Martín Suárez Alvarez, Historiador.
El 8 de noviembre de 1868, a poco menos de un mes del levantamiento del Padre de la Patria en el ingenio Demajagua, un valeroso grupo de patriotas del territorio avileño se suman a la insurrección armada por la independencia de Cuba, destacándose los hermanos Gómez Cardoso, (Marcial, José y Felipe), en Morón los también hermanos, Hernández Moreno (Jesús y Nicolás) y el sobrino de ambos Simón Reyes Hernández, de apenas diez años de edad, devenidos hoy símbolos del mambisado avileño.
A Marcial Gómez, hombre de rectos principios ciudadanos y ganada reputación, lo envían las autoridades españolas, junto a un funcionario del correo del poblado, a trasladar una importante comunicación militar a Morón y de allí, por vía marítima, debía trasladarse a Nuevitas, pero al llegar a casi la mitad del camino, Marcial y los hombres que le acompañan deciden apresar al funcionario y se declaran contrarios al régimen colonialista. Con el pronunciamiento libertario conocido como Grito de Piedras, sitio ubicado en el actual municipio de Ciro Redondo, se pone en pie de lucha el territorio central de Cuba, (Las Villas) ya que los Partidos pedáneos de Ciego de Ávila y Morón formaban parte de la jurisdicción de Sancti Espíritus, cuestión no debidamente esclarecida en la actualidad que merece ser dilucidada con todo rigor al señalarse por la hitoriografía nacional el comienzo de la guerra en el Centro de la Isla en febrero de 1869. Los avileños se incorporan, un poco más tarde, a las fuerzas del Ejército Libertador que comanda el coronel camagüeyano Chicho Valdés Urra, primer oficial mambí que opera en el territorio y tienen su bautizo de fuego en los días iníciales de diciembre en el ingenio El Trapiche, en las cercanías de Morón, donde son sorprendidos por tropas españolas y sufren una derrota que los obliga a marchar hacia el Oriente en busca de armas y pertrechos. En el trascurso de la Guerra de los Diez Años , la llanura avileña se convierte en polígono de experimentación del ejército colonialista español, al construir aquí la Trocha de Júcaro a Morón, baluarte castrence que divide a la isla en dos con el propósito de impedir que el conflicto armado se extienda al occidente donde se encuentran las mayores riquezas del régimen y su sostén financiero.
Paradójicamente, el enfrentamiento bélico brinda importancia estratégica al incipiente y casi despoblado Partido Pedáneo de Ciego de Áviila, al establecerse en él la Comandancia General de la Trocha, El Cuerpo de Ingenieros y otras dependencia afines, construirse de costa a costa un ferrocarril para el apoyo logístico de la fortaleza por donde transitan vistosas locomotoras, todo un acontecimiento para la época si tenemos en cuenta que la zona era eminentemente agropecuaria con un basamento muy atrasado, así como otros avances tecnológicos como el telégrafo, medios rodantes ferroviarios, la edificación de un hospital para la atención a las tropas españolas, armamentos y cañones, lanchas guardacostas y un puerto, Júcaro, ya habiitado desde tiempo atrás con fines económicos pero que en las nueva circunstancias adquiere importancia estratégica militar de primer orden. Todo lo anterior influye poderosamente para que que un año antes de terminar la guerra el Rey Alfonso XII, a petición del Gobernador General de la Isla instituya medianre Real Orden el Municipio de Ciego de Ávila.Durante los años que duró la primera guerra por la independencia cayeron aquí notables patriotas: los generales Ángel del Castillo Agramonte, Honorato del Castillo y en Júcaro fue fusilado el también general Eduardo Mármol, mientras el comandante Marcial de Jesús Gómez Cardoso prefirió morir peleando antes que entregarse al enemigo, se convierte en ejemplo permanente y en homenaje a su valentía , cada 20 de junio, fecha de su natalicio, se celebra en Ciego de Ávila el día de la Dignidad Avileña.
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