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La Trocha de Júcaro a Morón. Monumento Nacional

La Trocha Militar de Júcaro a San Fernando se encuentra a lo ancho de la actual provincia de Ciego de Ávila (de sur a norte) desde el actual puerto de Júcaro, en el sur, hasta el embarcadero de San Fernando en la Laguna de la Leche en el actual municipio de Morón. La Trocha se extiende por los municipios de Venezuela, Ciego de Ávila, Ciro Redondo y Morón, la línea militar, que partiendo de Júcaro, por donde entraban los abastecimientos para sus tropas, se extendió hacia el norte, con el objetivo de enlazar los poblados de Ciego de Ávila y Morón unido a la necesidad de dividir los territorios de oriente y occidente, mediante dicha construcción fortificada con fuertes y a su vez custodiadas por tropas y una buena comunicación y enlace entre ellos; esta fue la razón y objetivo que dio origen a la creación de la Trocha Militar de Júcaro a Morón, cuyos trabajo se iniciaron para el año 1871 y se fueron desarrollando en el curso de aquella guerra hasta la conclusión de la misma en 1878.

  1. b) Denominación: Trocha Militar de Júcaro a Morón.

 

  1. c) Uso original: Trocha Militar.

 

  1. d) Uso actual: Monumento Nacional.

 

  1. e) Época de construcción: Época Colonial-1871

 

  1. f) Estado de conservación:

 

  1. g) Valoración Histórica.

Tres fueron las trochas construidas en la isla  por los españoles con el fin de limitar la actividad de los rebeldes cubanos en el occidente de la isla. Una de ellas se encontraba al oeste de la capital, la trocha de Mariel, aislando la provincia de Pinar del Río; otra, de mayores dimensiones, dividía la isla en dos mitades desde las localidades de Júcaro en el sur hasta  Morón en el norte. Una tercera, la Trocha de Bagá, se construiría al este de ésta última aunque nunca llegaría a concluirse. La primera Trocha mencionada la de Mariel-Majana tenía como finalidad la de aislar a Maceo en la provincia de Pinar del Río, consistiendo en un primer momento en una sucesión de trincheras y blocaos de madera, sin embargo Weyler, posteriormente y ante el cruce de dicha línea en sendas ocasiones por Maceo, se decidió a reforzar su trazado con la construcción de más trincheras y blocaos hasta hacerla llegar hasta ambas costas, construyendo el fuerte de Majana y destinando en cada extremo de la línea un cañonero que ejerciera la vigilancia costera Era conocida también como “trocha de Mariel-Artemisa” o como la “trocha de Arolas“, por haberse construido durante el mandato de éste general. Inicialmente consistía en una débil línea de trincheras y blocaos. Ésta Trocha constituía la base de partida del Ejército Español para operar contra Maceo en Pinar del Río y se vió reforzada con la realización de una segunda línea al este de ésta cuyas bases principales se establecieron en Alquízar, San Antonio de los Baños, Punta Brava y Hoyo Colorado. Como guarnición de la misma serían destinados unos 12.000 hombres de diversas unidades: infantería, caballería, artillería, guerrillas, además de las guarniciones propias de localidades como Artemisa y Mariel. En Artemisa, localidad al norte de Mariel, se estableció el mando de la Trocha que estaba comunicado por vía telegráfica con las distintas posiciones para así agilizar la respuesta militar en el caso de un ataque mambí.

Las unidades destinadas en ésta línea colaboraban también en el control de la provincia de La Habana, para esto se crea  La Trocha de Bagá la cual debería alcanzar una longitud aproximada de 95 kilómetros desde Bagá en el norte hasta el estero de la Zanja en el sur, limpiándose una franja de terreno de 50 metros a ambos lados de la misma, provista de una línea de ferrocarril. Esta fue una clásica trocha española con fuertes cada mil metros y una línea estacada a todo lo largo de la misma. Entre los fuertes existían fortines menores. Nunca se concluyó  su construcción .Se trataba de uno de los peores destinos a los que se podía acceder en Cuba, pues su trazado se encontraba situado en una zona muy insalubre y pantanosa. A éste hecho había de sumársele otro más: los oficiales al mando de las distintas unidades destacadas en sus fuertes solían caer en la desidia y el alcohol, produciéndose así graves problemas de disciplina. Sin embargo, cuando los mambises lograron superarla en diversas ocasiones, el mando español decidió suprimirla, tanto por su ineficacia como por el alto costo que suponía su construcción. En ese momento se habían construido 52 km y contaba con 3.000 hombres como guarnición. En ésta última Trocha sería destinado, a petición del propio interesado, el futuro premio Nóbel Ramón y Cajal, encargado de la enfermería de San Isidro. En dicha población se encontraba un hospital de campaña con capacidad para 300 personas, protegido por un fortín.

Tres años después del Grito de Yara, el general Blas Villate de la Hera, conde de Valmaseda, propuso al Ministro de Ultramar de la Corona Española la construcción de una trocha o línea fortificada desde el puerto de Júcaro, en la costa sur hasta el poblado de Morón en la costa norte del territorio.

La finalidad de esta obra era la de aislar a los rebeldes cubanos en la zona oriental de la isla e impedir que la guerra se extendiera hacia el occidente de Cuba, desgastar y privar a los mambises de armas y pertrechos y evitar que la guerra dañara las bases de sustento y posición de hacendados terratenientes y comerciantes de occidente.

Para la realización de la Línea Férrea Fortificada se  procedió al desbroce de una línea de unos 60 km. de longitud y casi 1 km. de anchura. La trocha contó en un primer momento con 17 fuertes, siendo custodiada por más de 5.000 soldados, contando con 10 piezas de artillería que se podían trasladar de un punto a otro de la línea defensiva mediante un ferrocarril, que a su vez permitía mover las tropas con rapidez en auxilio de cualquier punto amenazado.

La Trocha de júcaro a Morón tuvo dos etapas constructivas,  la  primera comenzó en abril de 1871 por orden del Conde de Balmaceda  con la ejecución del trochado de la franja de monte, existente entre el puerto de Júcaro en la costa sur, hasta Morón. Se concluyó a comienzos de 1872.

En 1875 todo el sistema defensivo estaba estructurado en tres escalones defensivos custodiados por unos 10.000 soldados. El  primer escalón lo constituían puestos avanzados donde alrededor de 2.000 soldados vigilaban las vías de comunicación;  el segundo escalón estaba constituido por la propia trocha, que poseía ya 60 fuertes que podían albergar 200 soldados y que se comunicaban entre sí por medio de señales, protegidos por blocaos, alambradas, estacas y numerosos obstáculos. Los fuertes de Júcaro, Ciego de Ávila y Morón se comunicaban además por línea telegráfica; el tercer escalón lo constituía una línea de fuertes situados al oeste de la trocha, en Chambas, Marroquí, Lázaro López y Arroyo de los Negros. Durante los años de 1896 y 1897, siendo ya gobernador de la isla Valeriano Weyler, finaliza la obra de fortificación de la trocha, la cual cuenta ya entre Júcaro y San Fernando con 68 fuertes separados 1 km. entre sí, con 67 blocaos situados a 500 m. de cada fuerte y 401 puestos de escucha, tres entre cada blocao y fuertes. Es en época de Weyler cuando los Fuertes sustituyen su clásica nomenclatura basada en el santoral o en la toponimia, pasando a denominarse por el punto kilométrico en el que se ubican. En la localidad de Ciego de Ávila una torre heliográfica emitía señales hacia el resto de fuertes, permitiendo una rápida comunicación en caso de un ataque de las fuerzas mambisas. El resto de las defensa las componían alambradas y fosos que debían impedir el paso de la caballería rebelde. Unos 15.000 soldados de infantería y 26 cañones de diversos calibres con suficiente munición formaban parte de esta obra defensiva.

Las tropas que guarnecían toda la línea patrullaban la misma constantemente, pudiendo desplazarse rápidamente de un punto a otro que estuviera amenazado a través de la línea de ferrocarril que unía los extremos de la trocha.

Del sistema defensivo que construyera Weyler en 1897 (68 torres, 67 blockhaus, 401 escuchas, alambrada y foso, y campamentos atrincherados) solo quedan 64 restos de fortines, muy poco  conservados íntegramente, y un cuartel de batallón. Su distribución por municipios es la siguiente:

Ciego de Ávila: 22 fortines y un cuartel de batallón

Venezuela: 18 fortines

Ciro Redondo: 11 fortines y un cuartel de batallón

Morón: 13 fortines

También se conserva la vía férrea

  1. h) Vinculación con hechos y personalidades de la historia:

Durante la “Guerra de los Diez Años” la trocha fue cruzada en diversas ocasiones por Máximo Gómez, José Gómez Cardoso, Nicolás Hernández Moreno,  Cecilio Gómez Plana, Simón Reyes Hernández  entre otros.

El primero en cruzar la Trocha hacia Las Villas con una columna invasora de

1 164 hombres fue el General Máximo Gómez el 6 de Enero de 1875. De igual forma el 20 de julio de 1876  el General Manuel Suárez  Delgado  atacó y tomó  la ciudad de Morón por varias horas llevándose avituallamientos y armas para su tropa.

El 26 de Mayo de 1876 Máximo Gómez se apoderó durante dos horas de la localidad de Ciego de Ávila, y el 20 de Julio de 1876, el general cubano Manuel Suárez Delgado atacaba y tomaba por espacio de unas horas la localidad de Morón, apoderándose de avituallamientos y armas.

En las guerras de 1868 y 1895  la Trocha constituyó para los españoles una barrera inexpugnable e infranqueable y al finalizar ésta constituía la construcción militar más perfecta y sofisticada que tenía el colonialismo español en América.

Iniciada la guerra de 1895  el gobierno español  empezó a reforzar la Trocha Militar la cual se extendió desde Júcaro hasta la laguna de la leche, al norte de Morón.

El 30 de octubre de 1895 Máximo Gómez cruza la Trocha con el objetivo de organizar la insurrección en las villas. El 29 de noviembre del mismo año con el apoyo del coronel Simón Reyes Hernández El águila de la Trocha, por Santo Tomás al norte de ciego de Ávila, Maceo cruzó  la línea militar española reuniéndose con Máximo Gómez en el poblado Lázaro López  para trazar la estrategia de la invasión, la cual constituyó una victoria de las armas cubanas, y la hazaña militar más importante de la época. La victoria de esta invasión provocó la renuncia del general Arsenio Martínez Campo y el nombramiento de Capitán General de la Isla de Cuba a  don Valeriano Weyler.

El 22 de diciembre de 1896, el coronel Simón Reyes, dinamitó y descarriló la locomotora La Cuenca a dos KM de Júcaro, esta se movía transportando tropas españolas  en el momento que fue dinamitada y atacada.

Nada pudo detener el empuje de las fuerzas mambisas y cuando los cubanos tenían la guerra prácticamente ganada a España la intervención norteamericana frustró nuestra independencia.

  1. i) Propuesta: Declaratoria a Patrimonio Mundial

  1. j) Dimensiones Generales: 68 km desde la localidad portuaria de Júcaro  hasta el poblado de Morón.

  1. k) Accesibilidad: Libre acceso

  1. l) Tipo de propiedad: Estatal

  1. m) Propietario Estatal o Particular: Estatal

  1. n) Componentes Significativo:

  1. o) Observaciones adicionales: La trocha Fortificada de Júcaro a Morón tiene como singularidad que es única en América pues no tenía precedentes por sus peculiaridades históricas, técnicas y contextuales. Constituye un fenómeno en la tipología de fortificación de campaña (torre y blockhaus) en correspondencia con la guerra irregular y de liberación nacional. Sus fortines, representan una concepción de los diseños más racionales y originales de la tipología de torre-fuerte de campaña, con particularidades medievales como son los matacanes.

Valor de primicia histórica (fue la primera medida de estrategia defensiva, de carácter regional, ejecutado durante la guerra de independencia).

Por su estructura, complejidad y sobredimensionamiento, solo es comparable en Cuba con el proyecto de La Habana, en 1897, bajo el nombre de Campo Atrincherado.

La línea férrea paralela y el tren que hacía el recorrido de Júcaro a Morón constituyen la primera vía de comunicación moderna creada en el territorio, además constituyó un ejemplo de las nuevas formas de iluminación en aquel tiempo, fue el único testimonio existente en América de la tipología de línea militar fortificada del arte de la fortificación de campaña del siglo XIX. La trocha fortificada de Júcaro a Morón hasta hoy conserva enormes valores los cuales son su mayor atractivo como son el valor histórico, simbólico, patrimonial, cultural, y patriótico.

  1. p) Documentación adjunta: Reseñas, Planos, Fotografía.

Descripción:

Los fortines que aún conservan algunos de sus componentes poseían un área de 25 mts2 ,5 mts por cada lado, tenían dos cuerpos, el interior con una altura de 2.30 mts y el superior de 1.40 mts originalmente rematados por una atalaya de madera con techo de zinc no poseía entrada en su estructura la cual se hacía por una escalera que se alzaba para mayor seguridad.

Los materiales predominantes eran piedras y ladrillos principalmente en las artilleras inferiores, también madera y el techo de zinc.

  • Delimitación:
  • Usos:

Diversos han sido los usos que han tenido los fortines, luego de su desactivación pues fueron adaptados a casas – viviendas, almacenes, etc. pero la gran totalidad han quedado abandonados en los  campos.

  • Consideraciones:

Primero: Atendiendo a que la Trocha Militar de Júcaro a Morón constituyó un importante sistema de fortificaciones creadas por el alto mando militar español para tratar de frenar el empuje victorioso del Ejército Libertador, desde la guerra de los 10 años y que alcanzó su mayor complejidad y rigor ingenieril que durante las guerras patrióticas del siglo XIX fueran burladas en repetidas ocasiones por las figuras de la talla de Máximo Gómez, Antonio Maceo y Quintín Bandera, y en el plano local por el Brigadier José Gómez Cardoso experto conocedor del terreno y el Coronel Simón Reyes Hernández, justamente llamado el Águila de la Trocha, por el cruce de la famosa línea se convirtió en la demostración fehaciente de la voluntad de nuestro pueblo por alcanzar la libertad de independencia.

Teniendo en cuenta el estado actual de los fortines que conformaron el sistema militar de la trocha y que gracias a la existencia de  este monumento las gobernaciones futuras  pueden conocer a través de estos testigos de piedra la importancia del régimen colonial y la decisión y fuerza que tuvieron las ideas de libertad e independencia de nuestro pueblo en  el siglo pasado, es que se hace necesaria la declaratoria de este Monumento Nacional como uno más de los que integran el Patrimonio Mundial.

Durante todo el régimen colonial, la Trocha Militar de Júcaro a San Fernando mantuvo un estimado de  entre 10 000 – 12 000 militares de su ejército regular, y que en el territorio de Ciego de Ávila, al este y oeste de la Trocha operaron sistemáticamente columnas españolas de las tres armas, compuestas por no menos de 2 000 – 3 000 efectivos; es decir, como promedio, se puede afirmar, que mantenían un militar hispano por cada avileño residente en el territorio.

La Trocha Militar de Júcaro a Morón, cuyos trabajo se iniciaron en 1870, se fueron desarrollando en el curso de la guerra de los diez años hasta la conclusión de la misma en 1878 dándose por concluidos los trabajos fundamentales en agosto 1897, emitiéndose el 21 de ese mes una orden general de Valeriano Weyler, en la que se indicaba denominarla Trocha de Júcaro a San Fernando, por haberse extendido hasta ese punto.

La fortificación contó con dos tipos de obras: permanentes y temporales;  Se hizo un edificio para la fabrica de oxigeno y los elementos del alumbrado. El cuerpo de ingenieros que tuvo a su cargo la construcción de la trocha, contó con 1 200 soldados, que dependían directamente de la Comandancia General de la Trocha. En el año 1896, el general Valeriano Weyler dispuso que: las brigadas de Sancti Spíritus y La Trocha constituyeran la División de La Trocha.

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