Si por estos días Usted transita por el boulevard de la ciudad de Ciego de Ávila le aconsejo tenga cuidado, puede que sin saberlo, su imagen quede plasmada entre los trazos del artista de la plástica Plinio Sánchez o de alguno de sus alumnos del taller que él dirige desde hace una década a sugerencia del Consejo Provincial de las Artes Plásticas de esta central provincia cubana.
…Desde que comencé con este proyecto la idea prendió de tal manera que por aquí han pasado niños, jóvenes y hasta personas mayores que les gustan las artes plásticas. Mi objetivo es enseñarles y ayudarlos a perfeccionar las técnicas del dibujo y que lo puedan utilizar como hobby en sus casas… Comentó Plinio mientras guiaba los trazos del pequeño Yadiel Rangel quien se empeñó en pintar una rastra.
Aunque la mayoría son niños de corta edad, la habilidad de las manos para resaltar las diferentes tonalidades de los claro oscuros son prueba de la labor que cada martes y jueves a partir de las nueve de la mañana realiza este creador avileño al que muchos buscan para perfeccionar las técnicas y poder acceder con seguridad a la academia de artes plásticas del territorio.
…A mí me gusta como Pllinio enseña a hacer las sombras, a darle tonalidad a los árboles… explico Danielito quien a penas alcanza la mesa donde dibuja un paisaje campestre cubano. …Yo comencé en este taller porque quiero aprender a dibujar y llegar a ser una gran pintora como lo es Plinio en esta provincia… dijo con mirada profunda Claudia, una adolescente que ya domina el claroscuro y logra muy buenas perspectivas en los trazos-
Entre los mayores logros de este artista se encuentran la satisfacción de saber que muchos de los egresados de la antigua academia de Artes Plásticas Raúl Corrales de Ciego de Ávila fueron alumnos suyos así como ingenieros y otros profesionales del territorio a quienes les ha servido de mucho en su trabajo las enseñanzas de Plinio.
Las palmas entonces para quienes contribuyen con su arte a provocar pasiones artísticas en las nuevas generaciones de cubanos y así fortalecer nuestra cultura como escudo y espada de la nación.
Por Nayrobis Terri