Por: José Martin Suarez Álvarez, Historiador de Patrimonio
El sábado 26 de diciembre de 1886, cruzan la Trocha entre Morón y el Estero, Máximo Gómez y el Gobierno de la República de Cuba en Armas. La vanguardia, a cuyo frente va el entonces coronel avileño José Gómez Cardoso, arrolló al machete a las tropas españolas, hasta Morón, en lo que se considera históricamente como la última carga «pura» con este tipo de arma en la guerra de 1895. A partir de ese momento se puede dar por iniciada la célebre Campaña de la Reforma, que realizó el Generalísimo durante 20 meses en un perímetro de 160 kilómetros cuadrados al oeste de la Trocha, con apenas cuatro mil mambises enfrentando a más de 40 mil soldados españoles y sus más prestigiosos generales. En esta formidable campaña el insigne dominicano desplegó su inteligencia y astucia, realizando aportes muy creativos al pensamiento militar cubano.
Finalizando el mes de diciembre de 1955, justamente el día 28, fuerzas combinadas del ejército y la policía, desde horas de la madrugada, custodian las oficinas públicas y las Emisoras de Radio en Ciego de Ávila y Morón, con motivo del movimiento de apoyo a los trabajadores azucareros que demandan el pago del Diferencial Azucarero como en los tiempos de Jesús Menéndez y que la tiranía batistiana pretendía suprimir en beneficio de los grandes magnates. El día señalado amanecen cerrados casi todos los establecimientos comerciales. Solamente en la ciudad avileña se vende: café, pan, leche y carbón. Los ómnibus y otros medios de transporte son operados por soldados y policías. Ya, a las nueve de la mañana, se paralizaron todas las actividades. Aquel estado de cosas se repetía en otros puntos del actual territorio avileño como en el central Stewart donde fue tomada la iglesia católica del batey en señal de protesta, acción poco común en la Historia de Cuba. Como acertadamente ha descrito el Historiador de nuestra Ciudad Ángel Cabrera Sánchez, fue «Un invierno caliente», donde el pueblo avileño mostró su pujanza y fervor revolucionario. La huelga azucarera de 1955 hizo tambalear al régimen batistiano.
Se cumplirá el próximo 31 de diciembre el aniversario 124 (en buena despedida de un año más) de que fuera ascendido a General de Brigada del Ejército Libertador, a propuesta del Generalísimo Máximo Gómez Báez, por el Consejo de Gobierno en sesión celebrada en Santa Teresa, al glorioso vecino de Ciego de Ávila José Gómez Cardoso, hermano de Marcial de Jesús y Felipe. El avileño, aunque natural de Camagüey, conocido como el Brigadier, fue el cuatro general en Cuba de más edad que combatió desde la manigua redentora en la guerra« justa y necesaria» organizada por José Martí y el Partido Revolucionario Cubano, devenido hoy en símbolo junto a sus hermanos del mambisado avileño.
Otro 31 de diciembre pero del año 1958, tuvo lugar el combate de las Margaritas en el actual municipio de Florencia, cuando fuerzas de la Columna 11 Cándido González impiden que los soldados batistianos asentados en el cuartel de Tamarindo huyan hacia Morón. En el combate los rebeldes ocasionan varias bajas al enemigo, entre ellas un muerto y 8 heridos. Apenas faltaban unas horas para el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959.
●● Feliz fin de año para los amigos lectores de Villamar y al el pueblo avileño que, sin perder un día, continuará cosechando nuevos éxitos en el 2021 y continuar engrandeciendo la rica historia legada por los padres fundadores de la nación cubana, sus héroes y mártires.